miércoles, enero 17, 2007

Nada

Hoy no voy a escribir una larga entrada. Bueno, quizás sí, pero no son mis palabras. He visto algo que me ha conmovido lo suficiente como para ponerlo aquí. Quiero que veáis una foto tomada por la sonda espacial Voyager 1 el 14 de febrero de 1990, a 6.000 millones de kilómetros de distancia de ti, lector, o de cualquiera que conozcas. De cualquier ser vivo que hayas visto, conocido, amado u odiado:


Y aquí las palabras de astrónomo Carl Sagan, quien escribió un libro inspirado en esa foto:

“Ahí está. Ese es nuestro hogar. Somos nosotros. Ahí están todos aquellos a los que amas, todos aquellos a los que conoces, todos aquellos de los que te hayan hablado alguna vez, todos y cada uno de los seres humanos que han existido, que han vivido. La mezcla de nuestra felicidad y de nuestro sufrimiento, miles de religiones, ideologías y doctrinas económicas, todos los cazadores y todos los recolectores, todos los héroes y todos los cobardes, todos los creadores y todos los destructores, todos los reyes y todos los plebeyos, todas las parejas jóvenes enamoradas, todos los padres y madres, niños ilusionados, inventores y exploradores, todos los ejemplos de moral, todos los políticos corruptos, todas las superestrellas, todos los líderes supremos, todos los santos y todos los pecadores de la Historia de nuestra especie han vivido ahí: en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.”

¿No podemos pararnos a pensar que no vale la pena seguir discutiendo por tonterías?

3 comentarios:

<SYSTEM_FAILURE.h> dijo...

Creo decir, sin miedo a error, que la humildad no debe habitar en todos los cerebros del mundo, que no todo estamos echos de lo mismo como afirmaba Anaxágoras, pues hasta el más grande se tiene que sentir pequeño al admirar lo que para el es todo en medio de un sinfín.
Es bonito el cinturon de asteroides, a veces pienso que es una medida para que recordemos que hay cosas que no se deben dessustanciar, pero vamos, qué se yo: "Un idiota de este mundo que nunca estará contento"
Un abrazo a aquellos que lo quieran, ale.

Anónimo dijo...

(uy! ya pensaba que m.n. se me habia adelantao...)
si ya lo decia mi abuela: el mundo es un pañuelo. bueno, en éste caso es un punto que ni se ve de otros miles que tampoco reconoces.

(que casualidad, me andas llamando xD)pues mi querido amigo, no me siento insignificante micromotita de polvo dentro de una motita de ciudad. yo, al menos, no soi una nanomotita como tu ^^ y ¿sabes por qué no me siento insignificante? porque como hay gente que se acuerda de mi, pues me hacen sentirme tan bien que me crezco a hectomotita.

H, te has parado a pensar que si la tierra es una minimotita en es foto... como se sentiran los pobres atomos? -.-

Anónimo dijo...

Un ejemplo de la triste realidad, somos un punto en una fotografía tomada hace 17 años. La vida es tan corta como la distancia que nos separa a unos de otros, la reflexión es clara, nosotros no somos nadie, sólo espero que algún día se me recuerde como al mujer de negro que murió por la vida antes de nacer.

Un beso!